martes, 27 de noviembre de 2012

Liturgia literaria: Vicente Marco


Hace unos días hubo una nueva sesión de Liturgia literaria, concebida por El Cuaderno rojo, esta vez a cargo de Vicente Marco.

La conferencia seria fue muy breve:

¿Método? Es el mismo que utilizo desde que empecé a escribir a los siete años y no ha variado mucho, es decir, mi método es el de un niño de siete años.
Ya podemos pasar a las preguntas.

Es posible, aunque no probable, que falte alguna palabra pero el concepto es ése.

Sólo es escritor dentro del espacio que llama la caseta, una habitación ganada a una terraza. Fuera le es imposible trabajar, sus relatos no le acompañan fuera, el resto del día.
Allí espera a que le inspire la Musa.


Sus obras tienen cuatro fases: creación, vómito, resultado y revisión.

CREACIÓN


VÓMITO
RESULTADO


REVISIÓN

NOTA: Las cinco imágenes anteriores son las mismas que el autor utilizó en su conferencia.

La creación-vómito son muy rápidas y simultáneas. Mucho más lenta es la revisión.
Puede haber 7, 10 ó 15 revisiones de un texto.
¿Hasta cuándo? Hasta que se entra en la etapa de afinación: los detalles ortográficos y los gramaticales.

La revisión la ve como un mal pero que es parte del proceso creativo pues se liman aspectos del texto.

Por el tipo de obra que hace Vicente no existe la documentación previa, esa etapa de la creación no existe.

Cuando cree tener un boceto final deja pasar el tiempo y se aprovecha de su mala memoria para leer el texto como si fuera la primera vez.

Su último libro publicado, El collage de Orsson Beans, le ha costado 12 años de revisiones.

Se vale de amigos lectores para que revisen sus textos, que ya no lo son tanto, amigos, al acabar.
También hay correctores profesionales y aún así se deslizan fallos ortográficos como alubión.

De esto doy fe, está en las primeras páginas de El Collage de Orsson Beans y al principio creí que se refería a algo distinto y por eso lo escribía con b.

No trabaja con fichas de personajes, árboles de tramas, nada, no tiene ninguna planificación:
-Si supiera de antemano lo que voy a escribir me aburriría.

Hace poca referencia a lugares, puede llamarlos R, porque lo que le gusta trabajar son los diálogos, por eso le gusta escribir teatro.

Cuando va por la calle no se fija en el paisaje, en las personas sí, contó la anécdota de que lleva 10 años en su casa y el otro día se dio cuenta de que había un cuadro en un sitio.

Cree que el proceso creativo ante un relato y una novela es el mismo. Eso que dicen que en un relato una palabra tiene una especia importancia para el fin del relato se debe aplicar a las palabras de una novela porque si no sobran.

Considera que el fin de un relato es presentarlo a premios, si no ¿qué?
Y lo dice él, que ha ganado decenas de premios de relatos.

Las dos primeras veces que se presentó a premios los ganó.
Ganar premios de relatos le ha permitido publicar recopilaciones de relatos, que de otra manera hubiera sido imposible.

El reconocimiento de un premio es importante porque te da seguridad, no habla de la económica, a la hora de escribir.

Contó que un tema recurrente de sus relatos es la escasa independencia que tenemos para tomar decisiones hoy en día.
Sus personajes están en situaciones insólitas con destinos fuera de lo normal y que terminan siempre en fracaso.

En diciembre publicará una novela, Ya no somos niñas, que ha sido definida como porno pulp ciencia ficción. Su madre, una de sus incondicionales correctoras, le había pedido que la publicara cuando estuviera muerta.

Tienen un tema para una obra, su asesinato, pero no el suyo sino el de Vicente Marco.
Es un hecho que ocurrió en Valencia hace dos años, mataron a una persona que se llamaba Vicente Marco, como él.
Se enteró porque la policía hizo preguntas por la zona en la que él se mueve, menos mal que iba con la fotografía del muerto, no la suya.

Todo esto, algo más y muchas risas fue la charla que dio Vicente Marco.

La siguiente Liturgia literaria será de Marta Querol, finalista del Premio Planeta en 2007.

3 comentarios:

S. Cid dijo...

Hoy no le digo na a tu Anónimo, pero sí que me quedo por aquí esperando a ver qué le contestas tú, jajaja.

:-p

caraguevo dijo...

S. Cid: ¿Paqué? ¿Para qué voy a perder el tiempo en responder a un robot?

Un saludo

caraguevo dijo...

S. Cid: Hablando de la Liturgia literaria, ayer Sebastián Roa me dijo que había leído la anotación y que había hecho una buena crónica.
Le dije, por supuesto, que la culpa era tuya porque me pusiste como obligación ir de cronista a estos eventos desde la anterior de Fernando Ortega.

Un saludo