Libro: Los cuatro jinetes del Apocalipsis

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Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis
Vicente Blasco Ibáñez
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Edita Aguilar
Obras completas, tomo II
8ª edición, tercera reimpresión, 1975
200 páginas
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Publicada en 1916, en pleno horror de la «Gran Guerra», Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) representó con singular acierto en Los cuatro jinetes del Apocalipsis las distintas fuerzas, intereses y mentalidades cuyo enfrentamiento llevó a la primera conflagración mundial. Estructurada en torno a la historia de dos familias -los Desnoyers y los Hartrott- que, aunque provenientes parcialmente de un tronco común, pertenecen cada una a uno de los bandos en conflicto, la novela discurre ágilmente por los escenarios dantescos de una Europa rota, sobre cuyos desolados campos de batalla el gran vitalista que fue Blasco hace latir finalmente, salvaje e invencible, el deseo de vivir.

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Parece que esta sea la Semana de Blasco Ibáñez.

Lo digo ya aunque lo repita al final: me ha gustado mucho esta novela.

Para que luego digan que las obras por encargo no pueden ser buenas.

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Ha dado la casualidad que pocos días antes de empezar a leer la novela vi la película del mismo título, su segunda versión, ambientada en la 2ª Guerra mundial. Aparte de esta variación hay otras significativas, en la novela tiene mucha más importancia el personaje del padre, Marcelo Desnoyers, y aparecen personajes que no lo hacen en la película: el ruso Tchernoff, que es el que introduce la referencia a los 4 jinetes del Apocalipsis, o el amigo de Julio Desnoyers, el español Argensola.

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Blasco Ibáñez parece un visionario del fascismo que habría de venir años después al hacer hablar al primo de Julio Desnoyers, el alemán Von Hartrott dice dirigiéndose a Argensola sobre su nacimiento en Argentina, “Yo soy alemán, nazca donde nazca uno de nosotros, pertenece siempre a la madre Alemania”; Y más adelante y sobre los españoles, ”Ustedes eran celtas miserables, sumidos en la vileza, una raza inferior y matizados por el latinismo de Roma, lo que hacia aun mas triste su situación. Afortunadamente fueron conquistados por los godos y otros pueblos de nuestra raza, que les infundieron la dignidad de personas. No olvide usted ,joven, que los vándalos fueron los abuelos de los prusianos actuales".

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Libro más que recomendable, como el que dio pie a que lo leyera, Tiempo de valientes, de Basilio Trilles, en el que nos cuenta el nacimiento de dicha novela.

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