martes, 30 de agosto de 2011

Libro: La encuadernadora de libros prohibidos

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La encuadernadora de libros prohibidos
Belinda Starling
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Traducción de Santiago Nudelman Lorente
Edita RBA
Edición electrónica
432 páginas
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Dora Damage sabe que está en la miseria, atrapada en el Londres victoriano entre la enfermedad de su marido, Peter, incapaz de sacar adelante la pequeña imprenta familia. La presencia de su hija Lucinda hará que Dora decida encargarse de la vieja imprenta. Perseguida por los prestamistas, Dora recorre las librerías hasta que encuentra al señor Diprose y sus ediciones pornográficas –El Decámeron, Fanny Hill, o memorias de una mujer de placer, El Ars Amatoria de Ovidio–, cuyos encargos debe realizar en el más absoluto secreto, encuadernándolas con todo lujo y filigranas, destinadas a una enigmática y acaudalada sociedad denominada los Nobles Salvajes. Hasta que ejemplar a ejemplar, Dora va conociendo que aquellos nobles forman un club basado en compartir el conocimiento de la crueldad y de algo aún más tenebroso. Dora comenzará a darse cuenta de que ha penetrado en el seno de una obsesión de sexo, placer y muerte a la que tendrá que hacer frente si no quiere convertirse en una piel reseca más entre sus manos.
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Otro libro más que habla de libros.
La novela reúne elementos para él éxito comercial, que no sé si lo ha tenido o no, como son: ficción, historia, crímenes e intriga, lo cual no está ni bien ni mal sino todo lo contrario.
Pero tiene un elemento añadido: la descripción del trabajo artesanal de encuadernación.
Llegas a oler los pliegos de papel, el cuero de la portada y eso, habiéndolo leído en formato electrónico, es un logro.
Entretenido.
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2 comentarios:

posodo dijo...

También en El club Dumas Pérez Reverte presenta el tema de la encuadrenación antigua frente a la moderna y detallitos de éstos.

caraguevo dijo...

No recuerdo nada de esa novela.
Acabo de terminar "El inicio de la primavera" y trata de un... impresor.
¡Què patiment!
Al final voy a aprender a leer y recordando lo que pasó en Camboya, miedo me entra.