¡Qué pesaíta es esta chica!

¡De verdá, de verdá!

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Hoy, al volver a casa me he encontrado en el contestador del teléfono un mensaje de Pamela dicíendome que este fin de semana vendrá a casa con unas amigas a seguir ordenando libros, los míos y los del resto de la familia.

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¿Qué he hecho yo para merecer esto?

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Yo quería un fin de semana tranquilito, con mis libricos, mis nuevas peliculicas y mi tele.

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¡Pues no!

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Yo, con Pamela, no he llegado tener las conversaciones de Guido sobre la Crítica de la razón pura, de Kant, la homosexualidad en la Antigua Grecia, el sionismo o la cría en cautividad de la foca monje, a lo más que llegamos fue a ojear/hojear el MARCA pero sí me impresionaron su profundidad y su inteligencia.

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Y más o menos la puedo tener controlada si le prometo una copita de vino dulce monastrell de Casa de la Ermita si se porta bien.

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El problema puede ser ese grupo de amigas que dice que va a traer.

¿Quiénes son?, ¿cuántas son?, ¿en qué plan vienen?

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Ahora que por fin había desaparecido la preocupación de si se llevan bien o no Leti y las Infantas me viene esto.

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Menos mal que si no es éste, tengo tooooodo el laaaaargo fin de semana siguiente para descansar, que serán 4 dias.

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Preocupado e intrigado me quedo.

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